sábado, 11 de mayo de 2024


Música para el fin de semana veraniego. Otoboke Beaver son de Kyoto y adorables, y además suenan como un ataque de nervios. Una majadería que viene muy bien para estos días de campaña electoral (a ver, cuándo se acaba esto ya, por favor) , opa hostil y paripé eurovisivo.

¿Sabes cuando te quedas mirando la pantalla sin pensar en nada concreto, divagando en caída libre y sin saber por dónde empezar? Pues eso mismo. Así que miro por la ventana. Hace solazo, en la calle hay bastante gente: un congreso de (hablando de paripés) "emprendedores conscientes" (sic) aquí enfrente. En el balcón han asomado ya las hormigas.

Sábado. Mayo. Quedan tres meses para las vacaciones. No sé si para entonces, gane quien gane en Eurovisión, Israel habrá dejado a alguien vivo en Gaza.

Días tranquilos en el edificio Baxter. 

 

sábado, 4 de mayo de 2024

Música para el fin de semana.  Recupero hoy a Diet Cig, que sonaron aquí hace ya tiempo y me siguen poniendo de muy buen humor, la verdad.

Bueno, menuda semana. Que si Paul Auster, que si el retorno de Pedro (que no se fue, pero a ver si me entiendes) y los aspavientos de la caverna, que si lo de los toros, que si el puente y los ríos de gente (ni confirmo ni desmiento que vaya a volver a pisar yo un museo por gusto ya nunca más). Qué agotamiento, chica.

Más cosas. Que está en marcha lo del Cómic Barcelona, o como se llame ahora. Y muy bien los premios este año: Kate Beaton, César Sebastián, Marc Torices, Aroha Travé y Marika Vila (además de Catalina González Vilar y Toni Galmés, y Pablo R. Coca, cuyos libros no he leído).

Y que esto de la primavera no tiene ya vuelta atrás.

Días tranquilos en el edificio Baxter.  

sábado, 27 de abril de 2024

Música para el fin de semana. Tentado he estado de buscarle algo de Los Planetas a Pedro, para animarle mientras mira la lluvia desde el ventanal de Camelot, pero bueno, al final Sleater-Kinney en un set con cuarteto de cuerda muy cuqui.

Pues lo que decía. Menuda semana de puto asco, madre mía. El festival de embustes, desprecios y manipulaciones, las risotadas de los machotes, los jadeos de la jauría.

Mi refugio estos días, mi lugar feliz, ha sido el nuevo libro de Ana Flecha Marco, un manual para viajeros reacios a salir de casa que habría que llevar siempre a mano para asegurarse al menos una sonrisa al día.

En fin. Días (más o menos) tranquilos en el edificio Baxter. (Waitin' for monday...)




sábado, 20 de abril de 2024

Música para el fin de semana. Yo La Tengo, porque a los clásicos hay que volver siempre. También en primavera. (Y eso que la camiseta de rayas del señor Kaplan tiene un aire otoñal, no sé por qué.)

Pues oye, que abril avanza. Y el tiempo corre. Lo noto mucho cuando miro Youtube o Instagram, porque cada vez me saltan más videos de recetas (y además los miro, y hasta los guardo), y porque cada vez hay a mi alrededor más conversaciones sobre jubilarse (y cada vez me interesan más).

Por lo demás, poca novedad. Bueno, que se acerca el Día del Libro y lloverán las recomendaciones. Yo no digo nada, leed lo que os apetezca. También tebeos, claro. (Sobre todo, tebeos.) ¿Un título? Pues dos: Planeta solitario, el nuevo librito de Ana Flecha Marco. Y Loira, otra maravilla de Etienne Davodeau.

Días tranquilos en el edificio Baxter.


sábado, 13 de abril de 2024

 

Música para el fin de semana. Un poquito de Heavenly para aliviar esta primavera temprana con trazas ya de veranazo. Para mí la astenia es algo vocacional y, más que padecerla, la cultivo durante todo el año, pero estos días me ha caído encima como un camión de ladrillos y ando como a rastras y pegado a las paredes. Qué pereza todo.

Días tranquilos en el edificio Baxter.

sábado, 6 de abril de 2024

Música para el fin de semana. Kim Gordon, señora del ruido. Esta canción ya la subí hace poco, pero escucharla en vivo aquí te deja peinao patrás y con el cuerpo suave suave. Lo mejor para estos días de primavera caldosa que ya prefiguran un verano calentito.

Sin novedad en el frente. Pasó la Semana Santa y la marea de gente ha remitido, pero no tanto. Hubo un tiempo en que un paseo por el museo podía resultar confortable, pero eso quedó atrás. Ahora todo es ruido (pero del otro, el que te expulsa).

Y aquí estamos, en medio del vodevil del novio, en campaña electoral permanente y con el genocidio en Palestina como telón de fondo permanente. Bienvenidos a la distopía.

En fin.


Días tranquilos en el edificio Baxter. 


sábado, 30 de marzo de 2024

Música para el fin de semana. Sleater Kinney llevan ya años en esto, pero aquí siguen, radiantes y llenas de energía. Da gloria verlas (y oírlas).

Bueno, pues Semana Santa. Que este año viene lluviosa y, en mi caso, relajada y muy casera. (Y con torrijas, claro. Eso no se perdona.) Madrid está petadito de gente, los tres días laborables han sido bastante infernales en el Marco Incomparable y ojalá los festivos no estén siendo todavía peores (aunque me temo lo peor). 

El relax me viene muy bien, la verdad: ya tocará pelear el año que viene.


Días tranquilos en el edificio Baxter.