jueves, 18 de enero de 2018

También veo cosas, a veces. Películas, por ejemplo. 

A ghost story, una cosa rara rara, lírica y con bucle final que a estas alturas (la vi la semana pasada) no sé todavía si me gustó, pero igual sí.


Baby driver. Esta sí. Quizá demasiado alargada al final, pero muy bien. Casi podría decir que es uno de los escasos musicales que me gustan, pero tampoco es un musical, a ver... aunque me quedaría a vivir en su banda sonora.

Fe de etarras. También. Muy, muy divertida. (Y toda esa cosa histérica de la denuncia... madre mía, vamos a crecer un poco, ¿no?)

Blade runner 2049. Después de tanto tiempo, iba con mucha prevención. Pero bien, en general. La cosa gana enteros cuando Harrison Ford aparece, eso sí. (Es larguísima y no me dormí: eso no es poco.)

Justice League. Ugh! Menos mal que a Flash le dejan contar tres o cuatro chistes... Mal. Es todo tan seriote y como de cartón piedra, que qué perezón.



 Bueno, y también he visto algunas series (es lo que tienen las vacaciones: uno puede ponerse un poco al día con cosas).

Vi el episodio de navidad de DrWho, con la regeneración y el primer guiño de la nueva Doctora. Último de Moffat, y de los mejores suyos.


Y una cuarta temporada de Line of duty, maravillosa: el policial televisivo británico es punto y aparte.

La cuarta temporada de Transparent me dejó muy preocupado porque me sabía todas las canciones de Jesucristo Superstar que suenan en casi todos los capítulos (y son unas cuantas).

Y me ha gustado bastante la reciente temporada de Black mirror. (La anterior me dejó más frío, y solo me llamó la atención alguno de los episodios, los más explícitamente CF.)

Y eso.


Días tranquilos en el edificio Baxter.


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