jueves, 28 de septiembre de 2017

Hace un par de días vi aquí mismo, en mi calle, un coche que llevaba una bandera de España. Grande. El coche era, además, un Smart. Chiquitín. (Me gustan mucho esos coches, son como de juguete, un poco como de Villa Pingüino.) Así que la impresión, cómica, era como de una bandera más grande que el propio coche.

No sé. A mí todo esto de las banderas me ha dado siempre un poco de grima. Pereza también, cada vez más. (Sobre todo estos días.)

Tampoco entiendo esa cosa que llaman patriotismo, porque a lo mejor no entiendo eso de la patria, o no como parece que se entiende ahí fuera, en el mundo, en la calle.


No hay comentarios:

Publicar un comentario