martes, 15 de agosto de 2017





Música para... yo qué sé, hoy es fiesta, mañana libro, el fin de semana acabó hace nada y vuelve a hacer calor. Pero el caso es que ayer, mientras veía la nueva joya de TER (me gusta mucho siempre, pero cuando habla de arquitectura me gusta todavía más), se coló en la columna de la derecha este nuevo single (y qué ternura, que todavía hablemos de singles) de Belle and Sebastian, y mira, aquí lo dejo.

Por lo demás, bien. Vi un par de pelis estos días pasados: Okja y Colossal. Las dos, me parece, transitan terreno fronterizo y raro, porque ambas son más de lo que parece, pero corren el peligro de parecer menos de lo que son. La del coreano es una película de aventuras, pero es también una comedia infantil y una denuncia del maltrato animal, todo ello bien mezclado pero no agitado, y unificado por la mirada particular del director, aquí deudora (me parece) de un cierto "espíritu Ghibli". La de Vigalondo, por otra parte, podría pasar por una comedia romántica indie más, pero la introducción de la subtrama kaiju produce un extrañamiento lo suficientemente poderoso como para que caigamos en que no es eso sino más bien lo contrario, la cara oscura de "lo romántico", una película que retrata una relación de maltrato y abuso (a ese  respecto, este texto lo explica bastante bien y, ojo, con mucho detalle: abstenerse los alérgicos al spoiler).

Y eso.

Días tranquilos en el edificio Baxter.  

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