miércoles, 29 de junio de 2016

Nada, ayer discutí un poco de conspiranoias con alguien convencido de que lo del brexit británico había sido orquestado para asustar a los partidos nacionalistas/independentistas (los de aquí, ojito a la cosa) y que sostenía, por supuesto, que lo de este domingo, el bajón de la alegre muchachada de Podemos y la remontada del PP, era producto también de una manipulación en la sombra. No me aclaró si había sido cosa de los reptilianos, porque me irrita un poco tanta estupidez y no entré al trapo. Luego me acordé de aquella frase del agente Mulder: gente así es la que nos da mala fama a los paranoicos de verdad.


Por lo demás, bien. Ralentí veraniego, que yo con la calor rindo poco o nada. 


Días tranquilos en el edificio Baxter.

lunes, 27 de junio de 2016

sábado, 25 de junio de 2016




Música para el fin de semana. Jornada de reflexión, así que Billy Bragg. Waiting for the great leap forward. Y no hay más que decir.

Por lo demás, poco más o menos. Mucho calor ya, hastío con las noticias de mierda sobre mierda, el shock del brexit (que viene a demostrar que, al fin y al cabo, gilipollas hay en todas partes, y en grandes cantidades).  Vamos, que muy bien todo.

Viendo: Doce monos. (Sí, por alguna razón decidieron convertir el peliculón de Gilliam en teleserie.) Por ahora bien, sin ir más allá. Mejora cuando juegan con líneas temporales y la posibilidad de la paradoja.

Leyendo: El libro de los bolsillos, de Gonzalo Maier. Y muy, muy bien. (La primera pista me la dio Sfer hace no mucho. ¡Gracias!)





(Bola extra: el joven Billy. A estas alturas fue cuando empezamos a amarle.)

lunes, 20 de junio de 2016

Daredevil. Segunda temporada. (Siempre al día, ejem.)

Por partes. 

El uniforme no acaba de resultar tan grotesco como era de temer, porque la realización lo resuelve con inteligencia y el protagonista se mueve siempre en la penumbra. De alguna manera, me ha recordado a Romita Jr. (pero esto son cosas mías, yo qué sé).

Punisher bien, un tipo torvo y poco comunicativo, de presencia amenazadora. No es el armario ropero que dibujó Zeck, más bien un personaje fibroso y callejero. Peligroso.

Elektra no. Bien la actriz, bien las coreografías de pelea y demás cosmética, pero no me gusta cómo resuelven el personaje.

Bien la evolución de Karen Page, bien las referencias y cruces con Jessica Jones.

Bien de realización, bien de atmósfera, bien de guión. Muy disfrutable, en general.

sábado, 18 de junio de 2016












Música para el fin de semana. En el edificio Baxter suenan a menudo los discos de Yo La Tengo, así que nadie se extrañará de que sus canciones aparezcan por aquí cada poco. Mientras vuelve el verano, pocas cosas se me ocurre que puedan sonar así de bien.

Por lo demás, poco que contar. La campaña electoral ha sobrepasado ya lo grotesco, y queda todavía una semana. El verano adelantado, como decía, ha dado un paso atrás (y espero que no sea para coger carrerilla). Tengo la sensación de que todo está como empantanado en un paréntesis de espera.

No sé, igual es que necesito unas vacaciones.



miércoles, 15 de junio de 2016

Entra fresco por la puerta de la terraza. (El cielo está encapotado, pero hace media hora brillaba el sol, y un rato antes ha caído un amago de chaparrón.) Entra también el ruido de la calle: algunos coches, gente que se acerca a comprar, algunos perros que ladran un poco más lejos.

Una de las hortensias ha florecido, y en el rosal chiquitín ha empezado a abrirse una rosa.

El día casi se ha ido ya, y ni me he dado cuenta. El mes también se escapa a toda velocidad. El verano se nos echa encima, si Galactus no lo remedia.


Hay días que de verdad echo de menos una buena banda sonora, y un poquito de montaje también. Por darle a la cosa su punto de emoción.


Por lo demás, todo bien. Días tranquilos en el edificio Baxter.

(Todo es mejor con  Amor y Cohetes.)


lunes, 13 de junio de 2016

sábado, 11 de junio de 2016









Música para el fin de semana. Peach Kelli Pop: yo qué sé, cosas que me encuentro mientras trasteo, y con ese nombre, pues me quedo a mirar un rato. Y oye, bien, todo muy fresquito.

Por lo demás, poco más o menos. Calor y eso. (Mucho calor. Noches toledanas, y estamos empezando junio. ¡Socorro!)


Leyendo: Dicionario enciclopédico de la vieja escuela. Aquí somos muy de Pérez Andújar, eso es bien sabido. Este libro es como un contenedor lleno de tesoros, alfabético y juguetón. Vázquez, Ibáñez, Conti, Dan Defensor, La Banda Trapera, la conciencia de clase (obrera) y cien cosas más, todas fundamentales para entendernos. Maravilla.

Viendo: Daredevil, segunda temporada. (Por ahora, bien. El traje, que al final de la primera me chirriaba mucho, ahora apenas molesta. Igual tiene que ver con lo mucho que he disfrutado con Flash y Supergirl: adaptación visual, o algo.)

miércoles, 8 de junio de 2016

Llevamos una semana de junio y ya hace un calor fuera de lo normal. Temiendo estoy que llegue el verano.


En el Marco Incomparable, además de algún nuevo complot skrull, la noticia es que la expo del año está atrayendo a tanta gente como era de temer, y todo es un barullo perpetuo, un caos y un no parar que agota ya solo de pensarlo. (Qué pereza ir a trabajar.)


No todo van a ser quejas: llegó el último tomo de Peanuts (que no es el último porque aún queda otro con trabajos de ilustración, publicidad y demás marginalia, pero que sí reúne las últimas tiras y dominicales publicadas). Cincuenta años de la vida de Schulz en mi estantería. 

Tengo el primer libro ahí, a mano. Iré leyendo unas cuantas páginas cada día. Poco a poco.


Días tranquilos en el edificio Baxter.

sábado, 4 de junio de 2016




Música para el fin de semana. Se nos echa el verano encima y, claro, Jonathan Richman. (A mi amiga C le gusta decir, cuando el sol brilla, que huele a verano, y lo hace con una alegría contagiosa que me hace pensar siempre en esta canción, que es de mis favoritas, junto con I'm just begining to live.)

Por lo demás, poco más o menos. Ayer hizo calor, y esta noche ha llovido. En el trabajo, además de las turbiedades de los skrulls, la novedad es la expo, que durante estos primeros días ha sido un festival de falta de previsión y caos generalizado. Lo normal, vamos. (El infierno.)

Además, se ha muerto Muhammad Alí.

jueves, 2 de junio de 2016

Leía hace unos días un texto de David Muñoz sobre Carlos Giménez con el que, en general, estoy muy de acuerdo. En él, David da en el clavo cuando, a la hora de seleccionar sus mejores obras (y las que a él más le han influído o "tocado"), dice de uno de los títulos que, leído con menos de 30 años igual no, pero pasados los 40 se ve con otros ojos. Da en el clavo, digo: la perspectiva del tiempo y el bagaje que uno aporta a la lectura.

Ya dije hace unos meses, hablando de La casa, de Paco Roca, que un libro así a lo mejor me hubiera emocionado menos veinte años antes y con menos recorrido en mi biografía. Creo que tampoco la lectura de El arte de volar (Altarriba y Kim) o de María y yo (Gallardo) hubiera sido la misma. Ni siquiera la de Peanuts, ya que estamos. 

(Esto también vale para lo que se escribe, claro. Hay Lupitas que jamás se me hubieran pasado por la cabeza hace solamente diez años.)

De repente, me planteo que a lo mejor ha llegado el momento de empezar a releer cosas. A ver a qué saben hoy, ahora, Paracuellos o Maus. Por ejemplo.



(Bola extra: en los USA ha aparecido un primer tomo de Paracuellos, editado por IDW. Gran excusa para que la gente de The Comics Journal le haga una entrevista. De las cortas, eso sí.)