martes, 29 de septiembre de 2015

Le han concedido el Premio Nacional de Poesía a Luis Alberto de Cuenca, y la noticia coincide en el tiempo con la confirmación de la NASA de que hay agua (salada) en Marte. Seguro que a él le hará gracia esa conjunción, y se habrá acordado de John Carter y de Bradbury.

lunes, 28 de septiembre de 2015



(Y señor AÍSA hace BUM)
Pues nada. Fifty fifty. La cosa ha quedado en tablas, o así lo veo yo. Dos mitades, escaño arriba escaño abajo. 

Que digo yo que igual habría que sentarse ya a hablar con tranquilidad, ¿no?


sábado, 26 de septiembre de 2015

Música para el fin de semana. La buena vida.

Dice hoy Muñoz Molina que, cuando el ruido se hace insoportable (y habla de tertulias y sables, más bien), él se encomienda a Montaigne y se retira a leer en silencio, que es una cosa muy snob y que queda muy bien en una columna de opinión así, intelectual. Hasta el edificio Baxter también llega la algarabía de las elecciones catalanas (que es el adelanto de las que luego se nos vienen encima), y sí que apetece esconderse, no sé, en la Zona Negativa, dejar que pasen los días y dedicar el tiempo a leer cosas de enjundia, que hay mucho pendiente.

Para contrarrestar el ruido tampoco viene mal algo de música. Y la gente de La buena vida son el antídoto perfecto para tanto jaleo y tanta tontería dialéctica.

Por lo demás, lo dicho. Que todo bien.

martes, 22 de septiembre de 2015

Algunas cosas que he leído.

Por ejemplo, el ¡García! de Santiago García y Luis Bustos (con Manel de guest star). Un divertimento con alma de pulp y lleno de guiños (yo he pensado todo el tiempo en el Gallardo de Buitre Buitaker y Fuga en la Modelo), que hace un excelente uso del formato y que se las arregla para dejarte con ganas de leer la continuación. Tiene todo lo que esperas de la premisa (que vendría a ser una miraclemanización de Roberto Alcázar, pero con sentido del humor) y un poquito más. Así que bien.


O, por ejemplo, las dos primeras entregas de Island, una antología editada por Image en la que brilla con luz propia nuestra Emma Ríos. Y brilla mucho, con lo que considero su mejor trabajo hasta la fecha: I.D. Se trata de una historia de CF, sobre guión propio, en la que se especula con los transplantes de cuerpo. El desarrollo pausado no resta espectacularidad al trabajo de Emma, que se muestra reflexiva y atmosférica sin renunciar a su característica puesta en página. Muy bien. (Confío en que Astiberri lo recopile pronto en uno de esos tomitos chulos a los que nos ha malacostumbrado.)


También leí Ladronzuela, de Michael Cho. Un trabajo en el que, como alguien ha tuiteado (no recuerdo quién, sorry), se aprecia la sombra de Tomine. Se trata de una historia de aprendizaje, en la que la joven protagonista se da cuenta de que todas sus aspiraciones se han visto frustradas por una realidad asfixiante: un trabajo en el que no cree, una vida privada tediosa. Cho, que es ilustrador, se luce en el apartado gráfico, y hace un trabajo convincente en el guión, si bien peca de convencional en más de una ocasión. Además, y esto es una apreciación puramente personal, el libro termina justo cuando la cosa se pone interesante. Así que bien, pero no tanto: promete más de lo que ofrece. (La edición, eso sí. preciosa.)


Continuará, en fin. A ver si me voy poniendo las pilas.



lunes, 21 de septiembre de 2015

Hace algo más de un año, y no hay día que no me acuerde de ella.

Sus plantas siguen en el balcón. El rosal pequeñito ha florecido ya dos veces en este tiempo.


Hoy es el Día Mundial contra el Alzheimer.
Cosas de septiembre. El sol, el frío repentino, la lluvia a destiempo, retomar las rutinas de antes del verano. 


(La imagen la firma señor AÍSA, que sigue on fire...)

sábado, 19 de septiembre de 2015

Música para el fin de semana. De Mourn hablé ya hace unos meses. Pero hoy vuelvo con ellos, que son jóvenes, intensos y animosos, y el fin de semana va a ser largo.



 Bola extra: han subido un par de montajes con imágenes de sus giras: la española (con parada nórdica) de principios de año y la yanqui de este verano. Qué quieren, a mí estas cosas me hacen coña...

Por lo demás, bien. Ya digo, en marcha.

miércoles, 16 de septiembre de 2015

Día de viento. Tan bueno como cualquier otro para dejar dicho que algo se mueve, y que todavía vamos despacito y un poco a ciegas, pero iremos cogiendo velocidad. Y que iremos dando noticias donde corresponda, claro. También aquí.


(Y sí, los cuadernos están en blanco todavía. Bueno, casi.)

lunes, 14 de septiembre de 2015

Llega un momento en el que te planteas cosas. A lo mejor un momento un poco tonto, a eso de las once de la mañana, mientras haces la compra. Y ves el panorama muy clarito, y decides que hay que ir dejándose de tonterías y centrarse en lo que cuenta. Que mañana no queda tan lejos.

A Lupita le llegó también ese momento. Lo cuenta a su manera, con guiños... pero habla de otra cosa: de lo que importa.


(Señor AÍSA firma una ilustración maravillosa en su desnudez.) 

sábado, 12 de septiembre de 2015



Música para el fin de semana. Young Marble Giants. Una de esas joyas poco o nada conocidas de los primeros años 80. Como contraste a tanto ruido (y no hablo, claro, de música), no se me ocurre nada mejor.

Por lo demás, la semana no se dio mal y hoy, sábado, ha amanecido nublado.

martes, 8 de septiembre de 2015

Dice el titular de portada de El País que la crisis de los refugiados "obliga" a planear bombardeos en Siria. (Luego, dentro, lo dicen de manera menos directa.) Ojo con el verbo: obligar.


A veces dan ganas de emigrar a Latveria. Al menos, allí los malos no lo disimulan.

lunes, 7 de septiembre de 2015

Pues sí. Seguimos. 

La entrega 201 habla de viajes y viajeros. Porque Lupita viajó en el tiempo y llegó a los confines del sistema solar, y hasta orbitó una estrella de neutrones lejos, muy lejos...pero esto es otra cosa.


(La imagen, tan pop, es de señor AÍSA.)

domingo, 6 de septiembre de 2015

Ayer hablaba con señor AÍSA y queda Lupita por delante... hasta un cierto punto. Porque hay límites para todo, porque hemos empezado a repetirnos. Porque estamos tanteando a ver si nos atrevemos a embarcarnos en algo largo y en papel, y eso es mucho trabajo y mucho compromiso. Y porque todo tiene su recorrido natural, y forzar las cosas puede acabar por estropearlas.
Pero queda todavía Lupita para unos cuantos meses.

Lupitas y centauros ha sido, es, una especie de catálogo de referencias, preferencias y amores. Míos. De señor AÍSA. Del ejército aliado. Pero, sobre todo, míos. Por eso me hace tanta gracia, y me sorprende tanto (y me emociona, también, o sobre todo), que haya amigas lectoras, y lectoras amigas, que me digan que sí, que se identifican con algunas entradas, que se parten de risa porque hay Lupitas que ellas percibe TAN de verdad, TAN femeninas... que no se acaban de creer que las haya escrito yo así, sin más. (Eso sí es un elogio.)

En Lupitas y centauros está toda mi educación sentimental y todos mis referentes culturales. Es, además, lo más parecido a un poemario que jamás voy a  escribir. (Que para mí, poesia no eres tú: poesía es la Estación Espacial Internacional, Spiderman, una canción de Yo La Tengo y las películas de Carpenter o el acelarador de partículas. Por ejemplo.)

En Lupitas y centauros están Bradbury y Lovecraft, Lem y Cortázar. Están los X-Men y el Spiderman de Ditko y Romita. Están Los Cinco y Alicia, Tom Sawyer y Charlie Brown. Hay vampiros y zombis, robots gigantes, fotógrafos del pánico. Se habla del placer de cocinar y del placer de comer, de música pop, de Buffy. Hay recuerdos de la infancia, y están HYDRA y SHIELD. Hay sueños, anhelos, amores perdidos, cajeras de supermercado, tatuajes. Se fuma y se bebe. Hay cosmonautas y hay crononautas. Hay un balcón desde el que asomarse a la noche y vigilar el cielo. 

Hay muchas ganas de contar cosas.



Mañana es lunes. Mañana, la Lupita 201.

Sin falta.


 Maximum extermination... OMG!

sábado, 5 de septiembre de 2015



Si algo tiene Lupitas y centauros es referencias. Musicales, por ejemplo. Directas o, sobre todo, indirectas. En los títulos, en esa protagonista que toca la batería o escucha en casa a Jesus and Mary Chain (o a Sonic Youth) a toda pastilla después de uno de esos días que acaban con la alegría de vivir de cualquiera. En muchas cosas a lo mejor menos obvias, pero que están ahí (o eso quiero pensar... otra historia será que solo las sepa ver yo, y ahí seré también yo el que lo hizo mal). 

Acompañan a Lupita, además de las bandas que ya he citado, My Bloody Valentine y Everything But The Girl, La buena vida, Nosoträsh, Undershakers, Pauline en la playa, New Order, Parade, Parálisis Permanente, Depeche Mode, Jonathan Richman, The Stranglers, Jobim, Aviador Dro, Joy Division, The Smiths, Cooper, Vainica Doble, Billy Bragg, Family y otro puñado de nombres que ahora se me olvida. (Al final, son las cosas que suelen sonar por aquí, en el edificio Baxter.)

Algunos ejemplos:










Música para el fin de semana. He visto que Paul Heaton y Jacqui Abbott anuncian disco. Ambos vienen de The Beautiful South, que a su vez nació de una costilla de The Housemartins. Y me he acordado de lo que leí no sé dónde y no hace mucho (así van las cosas en mis bancos de memoria): que a ver qué tanto Smiths y por qué no más Housemartins, que tampoco eran mancos y a la hora de conjugar vigor y melodía los ha habido pocos tan brillantes. Un planteamiento, por cierto, que suscribo al cien por cien.

Y eso.

Por lo demás, septiembre entró con sus tormentas y su fresquito de madrugada. Lupitas y centauros cumplió doscientas semanas (día arriba, día abajo). A Europa se le/nos ve el plumero. 

Buenos días.


viernes, 4 de septiembre de 2015


Cuando se me ocurrió lo de Lupitas y centauros, imaginé una propuesta abierta en la que yo subiría un texto semanal y animaría a una serie de gente de mi entorno que trabajan en lo gráfico a que enviaran imágenes. Lo que, en el mejor de los casos, hubiera supuesto un artefacto irregular, con entradas huérfanas de ilustración y otras sobreilustradas (con probable mayoría de las primeras: el tiempo es oro, y todo el mundo está más que liado para andar con jueguitos). 

El compromiso automático de señor AÍSA, que asumió la cadencia semanal como un reto personal (y, de alguna manera, me forzó a mí a asumirlo también), aclaró las cosas y marcó la pauta desde las primeras semanas. Pero la idea de contar con otras miradas era demasiado tentadora (y enriquecedora, como después se vio), así que envié varias botellas con mensaje y esperé a ver quién contestaba. El primero en hacerlo fue FHNavarro, después fueron entrando en el juego los demás (Marchante, Lorenzo Gómez, Machuca, López Cruces). Alguna colaboración quedó en el aire, a la espera de mejor momento. De alguna proposición nunca recibí respuesta.

En general, el resultado ha sido (me repito) enriquecedor y muy estimulante. Juzguen si no: aquí dejo enlaces a algunas de esas Lupitas sin señor AÍSA, las que más me gustaron.





Last, but not least, Un centauro, a veces, de Ricardo Machuca.


¿Habrá más colaboraciones? Seguramente sí. Veremos.


jueves, 3 de septiembre de 2015



Lupita es muy de listas, y ha habido unas cuantas a lo largo de los doscientos últimos lunes. A esta le tengo un cariño especial, porque es la más directa y la que mejor me define (salvando un par de detalles, a ver): Sin orden ni concierto.



miércoles, 2 de septiembre de 2015



No es la norma, pero hay algunas historias con una cierta continuidad en Lupitas y centauros. Por ejemplo, esta Centauromaquia que se quedó en tríptico y quiere ser, sobre todo, un guiño a los X-Men del mejor Claremont

Como curiosidad, decir que la primera entrega, Rojo, nació como reciclaje de uno de esos apuntes huérfanos que uno reúne en sus libretas. La imagen de señor AÍSA, además, es una maravilla en su radical desnudez. Todavía andábamos los dos un poco a tientas ahí...






Casi siempre, el texto viene antes que la imagen. Ha habido (y habrá, espero) ocasiones en las que señor AÍSA, o algunos miembros del ejército aliado, me han propuesto el juego contrario, y han sido ellos los que han enviado una ilustración sobre la que trabajar. Debo decir que algunas de las Lupitas que más me gustan han nacido así. Por ejemplo:





martes, 1 de septiembre de 2015



En Lupitas y centauros conviven la ciencia ficción y algo parecido al apunte del natural, entre otras muchas cosas. Cada semana, me atrevo a contar una historia de amor o de desamor, una epopeya cósmica resumida en dos párrafos o un listado de las cosas que nos gustan a Lupita y (casi siempre) a mí. Si alguien quisiera conocer mis intereses, no tendría más que leerme cada lunes e ir tomando nota.La lista no es larga, pero sí entretenida.

He disfrutado mucho escribiendo las aventuras de Lupita cuando viaja en el tiempo (y me sorprende comprobar que no son tantas: únicamente diez). Y, de ellas, quizá la que más me gusta es Días extraños, que cuenta además con una de las mejores ilustraciones que ha firmado señor AÍSA.