lunes, 20 de julio de 2015

Tras el paréntesis, vuelta a Madriz. También al calor.

Y a Lupita.

Hoy, una Lupita tatuada y con guiño. Porque es verano, y la piel se ha convertido en un elemento más del paisaje. (Un paisaje, por cierto, lleno de historias.)


Por lo demás, señor AÍSA cumple con la elegancia ensoñadora a que nos tiene acostumbrados.

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