Me ha pasado algo curioso mientras leía El botones vestido de verde caqui, que tan bien ha editado Dibbuks: he prestado más atención a los guiños, citas y detalles frikis que a la propia historia. Que no es ni bueno ni malo: es lo que me ha pasado a mí, sin más.
En otro orden de cosas, Schwartz hace una impostura de Chaland que es hasta inquietante. Y el guión de Yann también me lo ha recordado mucho, sobre todo en el tono. Así que, en general, muy bien.
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