lunes, 24 de noviembre de 2014

Un internado venerable y de arquitectura vehemente. El bosque alrededor, oscuro, inquietante.

Una Lupita adolescente a punto de descubrir cosas antiguas y terribles que aún acechan en el límite de sombra, allá donde lo real y lo imposible se mezclan.


(La imagen, tan gótica, la firma señor AÍSA.)

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